EL FUTURO DE LAS REDES INALÁMBRICAS

A los usuarios les atraen las nuevas tecnologías móviles puesto que prometen ser capaces de hacer de forma inalámbrica todo lo se que puede hacer con una conexión por cable. Sin embargo, a medida que se dispara la demanda de ancho de banda para aplicaciones como el streaming de vídeo, la industria inalámbrica está teniendo problemas para adaptarse.



Cuando una red cableada se congestiona, la compañía telefónica o de cable puede agregar más conexiones físicas. No obstante, los proveedores de servicios inalámbricos no pueden hacer lo mismo-asignar otro canal de radio a una red-ya que tienen licencia para utilizar partes fijas del espectro radioeléctrico.
Aunque las redes de próxima generación que se están construyendo hoy día permitirán el envío de muchos más datos a lo largo de una porción determinada del espectro, es poco probable que puedan seguir el ritmo de la demanda. Cuando la gente tiene acceso a un mayor ancho de banda, su apetito crece proporcionalmente. Por ejemplo, los usuarios del primer teléfono con capacidad WiMax de Sprint, el EVO 4G, por lo general aumentan su uso de datos entre tres y tres veces y media.
Un mayor peso sobre la red provendrá de los módems de banda ancha utilizados por grandes dispositivos como portátiles, tabletas, e incluso ordenadores de escritorio. La firma de investigación Infonetics cree que para el año 2013, más norteamericanos se conectarán a Internet con banda ancha móvil que con cualquier otra tecnología.
Bajo el temor de sufrir una versión del "problema del iPhone" de AT&T (los usuarios del dispositivo de Apple congestionaron la red, dando lugar a la interrupción de llamadas), las compañías están invirtiendo en técnicas para predecir y disipar la congestión de datos. Unos sofisticados modelos de lo que sucede cuando, por ejemplo, los aficionados durante un partido intentan entrar en la web de la Major League Baseball se pueden utilizar para poner a prueba la infraestructura de red. Las compañías dedicadas a la venta de hardware y software para administrar grandes cantidades de tráfico inalámbrico están informando acerca de un cada vez mayor interés por parte de los preocupados proveedores de servicios.

Las opciones incluyen un hardware capaz de cambiar las secuencias de datos desde una conexión sobrecargada a otros circuitos menos ocupados, o incluso ralentizar ligeramente las descargas de vídeo para evitar que las llamadas se corten durante los momentos de mayor uso. Muchas personas dentro de la industria creen que estas mismas técnicas finalmente tendrán que ser utilizadas para reducir la demanda de aquellas aplicaciones que suelen acaparar el ancho de banda. En vez de preservar el modelo de tarifa plana de precios de las conexiones por cable, las compañías podrían cobrar a los clientes diferentes cantidades por el servicio, en función de los tipos de aplicaciones que accedan-una cuota mayor para el streaming de películas en alta definición, o menor para hacer llamadas normales. Esto podría ir en contra de la legislación de "neutralidad de la red", que requeriría que las redes tratasen todos los paquetes de datos de la misma manera; el deseo de preservar la posibilidad de un plan de varios niveles fue una de las motivaciones del recientes y polémico "pacto" de Verizon con Google, defendiendo distintas regulaciones para las conexiones inalámbricas y las cableadas. Para los usuarios, esta diferencia de precios en última instancia puede convertirse en la mayor distinción práctica entre conexiones cableadas e inalámbricas.